En la búsqueda intrínseca del Hombre por el sentido de la existencia, luego de encontrarse solo en la infinidad del presente, un hombre dialoga consigo mismo como si se tratara de otra persona, respondiendo sus preguntas, interactuando, conociéndose... Así convierte una reflexión personal en un diálogo con el inconsciente y los símbolos universales de la Humanidad.
Monólogo es una excusa escénica para la exploración transmedial. Es un juego en la intimidad del encuentro entre el actor y él mismo, cuando ya nadie puede responder las preguntas más simples
(y más complejas) de la existencia.
Este ejercicio pone en tensión las posibilidades en el uso de las tecnologías en el arte (en este caso la
video-proyección en escena) como complemento actoral, dramatúrgico y escenográfico, donde el actor logra no sólo generar un diálogo verbal, sino también coreográfíco; un complemento de oposiciones físicas, choque de intencionalidades, de puntos de vista.
Monólogo